Las tres palabras que definen la decoración minimalista son sobriedad, elegancia, y luminosidad.

El estilo decorativo minimalista apareció en los años 60 en Nueva York, siguiendo las ideas del arquitecto Mies Van Der Rohe. Su lema es “menos es más”: eliminar todo lo que sea superfluo para que quede solo lo esencial, destacando la pureza de las formas. Si tu idea es decorar tu casa con este estilo y conseguir un ambiente minimalista, hoy te ofrecemos unos cuantos consejos:

Escoger un mobiliario sencillo

Muebles de buenos materiales, líneas rectas y sin tiradores son las claves para conseguir el estilo minimalista.

Evitar el exceso de muebles y de decoración

Hay que deshacerse del mobiliario innecesario y dejar el suelo lo más despejado posible. Los marcos de los cuadros han de ser sencillos, así como los adornos y objetos decorativos.

Todo debe de tener un orden

Debemos intentar conseguir un ambiente despejado, los muebles de gran capacidad serán tus aliados para ello.

Importancia de los textiles

Ayúdate de los textiles para crear un ambiente cálido: mantas, pieles, cojines, cortinas… en colores neutros. Si te gustan los estampados, opta por las rayas.

Pon algunas plantas

Del mismo modo que los textiles, nos ayudan a crear calidez. Si no tienes mano con las plantas de interior, los cactus son una apuesta segura.

Colores claros

La clave es dejar el blanco como color predominante y combinarlo con negro, gris y marrón en detalles y complementos.

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